Poderosas prácticas y complementos para vencer la ansiedad (primera parte)

En Vence a la Ansiedad sostenemos que vencer a la ansiedad es como una batalla, donde cada miembro del Ejército, es decir, cada soldado, suma en la estrategia para ganarle al enemigo. Por ello, en este correo te presentamos varias prácticas que pueden ser tus aliadas para mantener tu cuerpo y mente equilibradas.

En lo personal, desde que sufrí mis primeras crisis graves de ansiedad que me llevaron a urgencias varias veces (por lo intenso de mis síntomas, en ese momento no tenía tantos conocimientos sobre el tema y creía que de verdad moriría), decidí asistir con regularidad a acupuntura, masajes y algunas otras terapias alternativas o de medicina tradicional, que realmente disminuyeron mis síntomas y fueron un gran apoyo.

Hoy en día no las dejo ni las he eliminado de mi rutina semanal, al contrario, aunque estoy más estable, no quiero volver a caer en las crisis de pánico, por lo que siempre tomo medidas preventivas, entre ellas, tomar mi masaje, acupuntura, terapia con imanes y muchas más.

Aquí te presentamos algunas prácticas sanadoras que serán tus aliadas en este proceso:

 

Poderosas prácticas y complementos para vencer la ansiedad

 

Masajes:

El estudio “Massage therapy for the treatment of anxiety: A systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials» (2019), evalúa la eficacia del masaje terapéutico para las personas con trastorno de ansiedad generalizada (TGA). Concluyó que los masajes tenían efectos beneficiosos significativos en la reducción de la ansiedad en comparación con los grupos de control.

En total, 68 personas con TAG fueron aleatorizadas a masaje terapéutico durante un total de 10 sesiones en 12 semanas. La reducción media de la ansiedad se midió mediante la Escala de Clasificación de Ansiedad de Hamilton (HARS). Los resultados secundarios incluyeron una reducción del 50% en el HARS y la resolución de los síntomas del TAG, cambios en los síntomas depresivos, preocupación y discapacidad relacionada con el GAD. Todos los grupos habían mejorado al final del tratamiento y mantuvieron sus beneficios en el seguimiento de 26 semanas posteriores al estudio.

 

 

Acupuntura:

La acupuntura consiste en la inserción de agujas pequeñas y muy finas en la piel del paciente en puntos específicos y estratégicos del cuerpo. La acupuntura se conoce como un componente clave de la medicina china tradicional y se utiliza con frecuencia para tratar el dolor.

La acupuntura ganó popularidad en el tratamiento de los trastornos de ansiedad

durante los últimos años. Los estudios han demostrado su capacidad para cambiar la actividad de la corteza prefrontal, regula los niveles de corticosteroides plasmáticos, hormona adrenocorticotrófica y plaquetas 5-HT, entre otros. para aliviar la ansiedad. Se cree que la terapia combinada de acupuntura y medicina occidental mejora el efecto, acelera el tiempo de inicio, minimiza las reacciones adversas de los medicamentos occidentales y reduce la tasa de recurrencia del trastorno de ansiedad.

En otro estudio se aplicó un protocolo de puntos de acupuntura una vez por semana, durante 10 sesiones, en una paciente que padecía ansiedad paroxística episódica. La escala de ansiedad del Dr. Aaron Beck, mejor conocida como Beck Anxiety Inventory (BAI) sirvió como herramienta de medición para evaluar los resultados antes de la primera sesión y después de la última. Después del décimo tratamiento, los síntomas del paciente muestran una evolución significativa. No hay empeoramiento de ningún síntoma, hay una reducción del nivel de gravedad en los 19 síntomas, presentados inicialmente, totalizando una reducción de 36 puntos en la escala de ansiedad BAI.

 

Terapia con imanes:

Se le conoce también como Magnetoterapia. Es una disciplina terapéutica que emplea imanes naturales de mediana intensidad con el objetivo de tratar diferentes tipos de enfermedades o condiciones en el organismo del paciente.

Ya se empleaban en la época de Paracelsus (en el siglo XV), quien fue médico y alquimista y quien dedujo que si los imanes atraen el hierro, quizás podrían atraer enfermedades para así retirarlas del cuerpo.

Un estudio médico titulado “Electrotherapy for neck pain”, incluyó veinte pequeños ensayos (con un total de 1239 personas con dolor de cuello) que contenían 38 comparaciones. Los principales hallazgos para la reducción del dolor de cuello y estrés mediante el tratamiento con modalidades electroterapéuticas fueron los siguientes: la evidencia determinó que la terapia de campo electromagnético pulsado (PEMF) y la estimulación magnética repetitiva (rMS) fueron más efectivas que el placebo, mientras que la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS) mostró resultados inconsistentes.

 

Flores de Bach:

Es un sistema compuesto por 38 esencias florales que fueron descubiertas en 1930 por el médico británico Edward Bach, bacteriólogo y patólogo. Bach estaba convencido de que la mayoría de las enfermedades del ser humano eran consecuencia de un estado mental negativo y que cada flor estaría asociada a una de esas emociones.

En el estudio “Efficacy of Bach-flower remedies in test anxiety: a double-blind, placebo-controlled, randomized trial with partial crossover”, la ansiedad se midió mediante un cuestionario de ansiedad de prueba estandarizado y validado. Un total de 55 de los 61 sujetos con ansiedad por la prueba autoinformada dieron datos válidos. No hubo una diferencia significativa entre los grupos, pero hubo una disminución significativa de la ansiedad por los exámenes en todos los grupos. La conclusión fue que los remedios de Flores de Bach son un placebo eficaz para reducir la ansiedad.

 

Aromaterapia:

La aromaterapia se conoce como el uso de aceites esenciales de las plantas (pueden ser flores, hierbas o plantas) como terapia para incrementar el bienestar físico, mental y espiritual. Entre sus ventajas está que puede ser empleada junto a otros tratamientos médicos o alternativos como masajes o acupuntura.

Es interesante destacar que el aceite esencial de cada planta tiene una composición química diferente que determina cómo huele, cómo se absorbe y cómo influye en el cuerpo. Los más conocidos o usados con los de manzanilla romana, el geranio, la lavanda, el árbol del té, el limón, el jengibre, el cedro y la bergamota.

Una investigación reciente se centró en estudiar el efecto de la aromaterapia por inhalación con aceites esenciales de lavanda y manzanilla sobre la depresión, la ansiedad y el estrés en un grupo de 183 participantes. Los participantes de los grupos experimentales inhalaron tres gotas de 1,5 % de aceites esenciales de lavanda y manzanilla durante 30 noches. Como resultado, “se produjo una mejora estadísticamente significativa en los niveles de depresión, ansiedad y estrés inmediatamente y un mes después de la intervención en los grupos de lavanda y manzanilla en comparación con el grupo de control.

Otras investigaciones refieren que el aceite de lavanda tiene un efecto ansiolítico, o reductor de la ansiedad, en pacientes con ansiedad generalizada, efectivo en un lapso de 2 semanas.

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