Ansiedad: Nutrientes y sustancias que te ayudan a vencerla (segunda parte)
En continuación con las sustancias, suplementos y vitaminas que pueden ayudar a tu cuerpo, mente y sistema nervioso a reducir la ansiedad, te presentamos esta segunda lista de aliados que podrían hacer una gran diferencia en tu día a día:
GABA:
El ácido gamma aminobutírico o GABA es un aminoácido producido naturalmente en el cerebro y que funciona como un neurotransmisor, facilitando la comunicación entre las células cerebrales. Su función es reducir la actividad de las células neuronales en el cerebro y en el sistema nervioso central.
Un estudio orientado a analizar el tratamiento con gabapentina (relacionado con el ácido gamma aminobutírico o GABA) para atender los trastornos de la ansiedad aseguró que es un tratamiento muy eficiente en comparación con otros medicamentos utilizados (IMAO, ISRS, BZP y antiepilépticos), sin ocasionar efectos secundarios y sin producir dependencia por lo que fue calificado como una “excelente opción terapéutica en el manejo de los trastornos de la ansiedad”.
Tripófano:
El triptófano es un aminoácido esencial, precursor de la serotonina. Una tesis doctoral de la Universidad de Extremadura, denominada “EFICACIA DE UNA INTERVENCIÓN NUTRICIONAL BASADA EN SUPLEMENTOS DE TRIPTÓFANO SOBRE LA COGNICIÓN SOCIAL Y LA DEPRESIÓN ASOCIADAS AL ENVEJECIMIENTO HUMANO”, aseguró que un suplemento enriquecido en triptófano puede disminuir los síntomas de depresión y ansiedad, con lo cual se logra una mejoría en el bienestar y en la cognición social.
Vitamina D:
Su consumo está relacionado con la producción de serotonina, y tomando en cuenta que en personas deprimidas este neurotransmisor se encuentra en niveles bajos, la vitamina D (VD) podría beneficiar a las personas con esta condición y mejorar así su estado de ánimo y el control del estrés.
Algunos estudios médicos han establecido que la deficiencia de VD “se asocia con varios trastornos psiquiátricos y neurológicos. Existe evidencia de asociación de niveles bajos de VD con ansiedad y depresión (…) y que algunos estudios demuestran que pacientes psiquiátricos que cursaban depresión tenían niveles bajos de VD”.
Otros estudios indican que la VD puede regular la formación y maduración de nuevas neuronas en el hipocampo, la secreción de serotonina y dopamina por las neuronas y los mecanismos subyacentes a la plasticidad sináptica a través de vías genómicas y no genómicas.
Té de lavanda:
La lavanda es una hierba nativa del norte de África y de otras regiones montañosas del Mediterráneo. Sus usos están relacionados con la mejora en el estado de ánimo, la ansiedad y la depresión. La infusión o té de lavanda se ingiere generalmente para combatir el dolor articular, la depresión, las migrañas, la indigestión y la ansiedad.
Una investigación en terapéuticas alternativas y farmacología vegetal aseguró que metabolitos secundarios de la lavanda, como el linalol y el acetato de linalilo, tienen efecto en los trastornos mentales al producir un efecto ansiolítico, aumentando el tono parasimpático. Como conclusión se obtuvo que “dado el mecanismo de acción de los metabolitos de la lavanda en el sistema nervioso, se evidencia su efecto en el manejo de la depresión, la ansiedad, el estrés y el insomnio con una seguridad y adherencia mayor para el paciente”.
Finalmente, se ha advertido sobre la importancia de no combinar la lavanda con medicamentos que induzcan a la somnolencia, como benzodiazepinas y barbitúricos, y con otros medicamentos para reducir la presión arterial (como captopril, enalapril y losartán).
Potasio
La función normal de nuestro cuerpo depende de la regulación estricta de las concentraciones de potasio, tanto dentro como fuera de las células. Por esta causa, el consumo del potasio como suplementación debe ser bajo control médico debido a que en dosis muy altas puede ocasionar alteraciones electrolíticas importantes y hasta arritmias cardíacas.
La deficiencia de potasio se ha relacionado con cambios de humor y fatiga mental, y según un estudio reflejado en una publicación se determinó que el 20% de los pacientes con trastornos mentales tenían una deficiencia de potasio. Sin embargo, no existen suficientes investigaciones médicas que puedan corroborar la relación entre el consumo de potasio y la reducción en los niveles de ansiedad.
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